El correcto funcionamiento de los edificios es un objetivo fundamental para los propietarios.

Existen agentes externos a la edificación, cómo la localización de ésta en ambientes agresivos, que pueden llevar al edificio a situaciones en las que su condición deje de ser la más eficiente, en especial en edificios antiguos.  Por lo que, el fin de la ITE es revisar que las condiciones del edificio son lo más óptimas posibles.

La ITE es una inspección obligatoria y periódica que deben pasar los edificios de entre 20-50 años, dependiendo de la regulación de cada Comunidad Autónoma dónde esté ubicado el edificio. El fin de esta revisión es garantizar la seguridad, salubridad y ornato público, en aquellos municipios con determinado número de habitantes (también determinado por la legislación de cada Comunidad Autónoma).

Se debe realizar una inspección por un técnico competente al menos cada cinco años para supervisar el estado de conservación del edificio.

Esta inspección se regula por el Real Decreto-Ley 8/2011, de 1 de julio. Este reglamento establece la obligatoriedad de la ITE .

La función del ITE consiste en analizar:

• Estructura y cimentación
• Cubierta
• Cerramientos Exteriores
• Instalaciones
• Otros elementos que afecten a seguridad, salubridad u ornato público.

Otras Comunidades Autónomas van más allá de estas revisiones y añaden más requisitos, como por ejemplo el certificado energético o el de accesibilidad.

Al final de la inspección se realizará un informe en el que se describen los daños detectados en todos los elementos examinados, determinando su causa y las medidas recomendadas para su reparación, así como la calificación de su grado de gravedad.

Gracias a la experiencia de los técnicos de Century OCT podremos asesorarle de cuáles son las mejores condiciones ajustadas a tus necesidades.